El concepto de living lab o laboratorio vivo se refiere a la conformación de una comunidad de usuarios finales, ciudadanos o colaboradores para la creación o la investigación, guiadas por un equipo a cargo. En nuestro caso, una de las tipologías de living labs que practicamos, se realiza con comunidades, y permite ampliar el conocimiento sobre un tema en específico o llevar a cabo un proceso creativo. Estas comunidades pueden ser colaboradores de una empresa, usuarios de un producto o servicio, o ciudadanos con un conjunto de rasgos en común y rasgos divergentes.

El concepto de living lab o laboratorio vivo se refiere a la conformación de una comunidad de usuarios finales, ciudadanos o colaboradores para la creación o la investigación, guiadas por un equipo a cargo. En nuestro caso, una de las tipologías de living labs que practicamos, se realiza de manera breve, en el transcurso de 4 a 12 semanas, con comunidades, y permite ampliar el conocimiento sobre un tema en específico o llevar a cabo un proceso creativo. Estas comunidades pueden ser colaboradores de una empresa, usuarios de un producto o servicio, o ciudadanos con un conjunto de rasgos en común y rasgos divergentes.

El concepto de living lab o laboratorio vivo se refiere a la conformación de una comunidad de usuarios finales, ciudadanos o colaboradores para la creación o la investigación, guiadas por un equipo a cargo. En nuestro caso, una de las tipologías de living labs que practicamos, se realiza de manera digital en el transcurso de 4 a 12 semanas, con comunidades, y permite ampliar el conocimiento sobre un tema en específico o llevar a cabo un proceso creativo. Estas comunidades pueden ser colaboradores de una empresa, usuarios de un producto o servicio, o ciudadanos con un conjunto de rasgos en común y rasgos divergentes.

Para ello se usa una plataforma en la cual se reúne la comunidad para compartir reflexiones, aportes, socializar tareas o cocrear.

En los procesos de diseño, después de la investigación o de tener el conocimiento necesario reunido, viene uno de los momentos preferidos por muchos: la ideación. El momento creativo por excelencia, entendiendo que desde la investigación ya estábamos creando. Para nuestro acompañamiento a procesos de diseño, transformación o desarrollo, hemos desarrollado un conjunto de metodologías que permiten convertir el conocimiento y el talento disponible en ideas, primero en «boceto» y luego con formas estructuradas. Entre las múltiples metodologías usadas, que muchas veces creamos a la medida del proyecto, tenemos algunas que aplicamos de manera frecuente:

• Creación basada en el método dramatúrgico • El método alquimista o la metamorfosis (para convertir el conocimiento en innovación)

Estas y otras actividades incluyen juegos, reflexiones y momentos de creación en un ambiente siempre divertido y a la vez orientado al logro. Los ejercicios se realizan tanto con los participantes del proceso de creación, como con otros invitados de las compañías o instituciones que tienen que ver con el proyecto, muchas veces con expertos externos y así mismo, dependiendo de cada caso, con usuarios finales.

En los procesos creativos existe un momento en el que debemos darle nombre a las cosas, a los proyectos o a una marca. Este momento específico suele llevar el nombre de naming y representa un reto de suma relevancia para la comunicación y relacionamientos futuros de la iniciativa en la que se esté trabajando. Para ello, contamos con una metodología de creación de naming, que parte del conocimiento y el talento disponible en el equipo, a veces complementado con la participación de expertos externos y se usuarios, para encontrar primero el significado y luego el nombre apropiado para el impacto esperado del proyecto en curso.

Aprovechando el conocimiento disponible, fruto de investigaciones y otras fuentes, acompañamos procesos de cocreación de modelos de negocio con metodologías que guían la transformación de la información disponibles en ideas y análisis de viabilidad que le den forma al diseño.

Cuando está lista la idea del diseño en proceso (de un producto, servicio, programa, comunicación o proyecto), y llega el momento de ponerlo a prueba en la etapa de testeo, acompañamos el diseño del prototipado para que sea viable probarlo. Los prototipos pueden tener diversos niveles de complejidad o aproximación a lo que será realmente, dependiendo del presupuesto y del tiempo. En el proceso, cuidamos principalmente de fabricar los estímulos que producirá el diseño en el momento en que tenga que desempeñarse en la realidad.