INVESTIGACIONES DE
USUARIOS Y ENTORNOS
Para el inicio de cualquier iniciativa de diseño, creación o transformación, el primer paso será la comprensión profunda del público al cual se dirige y del entorno que lo enmarca. Para ello realizamos investigaciones con metodologías cualitativas y cuantitativas, con recursos que nos permiten indagar en fuentes secundarias, fuentes directas de manera presencial o virtual, y en el amplio universo del social media, dependiendo del caso. Estas investigaciones permiten reunir el conocimiento necesario para iniciar procesos de creación o para la toma de determinaciones tácticas y estratégicas.
Los proyectos de rastreo de tendencias son una de las actividades constantes en Inspiralab y han evolucionado en su metodología y storytelling a través del tiempo. Su objetivo es identificar corrientes o tendencias de pensamiento, acción, comportamiento o procedimiento a nivel mundial o regional sobre un tema específico, que puede ser una categoría de negocio o un tópico humano transversal como el hábitat o la movilidad.
El ejercicio parte siempre de un rastreo de casos o señales relacionados con unas búsquedas específicas planteadas desde los objetivos de la investigación. Estos casos rastreados se agrupan en manifestaciones, que son la materialización de una tendencias en diversos contextos, para llegar a la agrupación de estas manifestaciones en tendencias de distinto orden: tendencias del consumidor, tendencias del negocio y mega/macro tendencias.
Una de las evaluaciones más comunes que se realiza a nivel principalmente de branding es la evaluación de posicionamiento, uno de los objetivos clásicos de investigación en marketing. Nuestra innovación al respecto ha sido el evaluar el posicionamiento desde una perspectiva relacional en la cual se preconsidera que con cada persona a la que se dirija una marca o un programa, se espera cumplir un proceso de vinculación, que parte del conocimiento básico (posicionamiento) pero luego aspira a avanzar en una serie de interacciones hasta construir un lazo de mayor confianza o reciprocidad. Para ello se utilizan herramientas cualitativas y cuantitativas que permiten observar con qué tamaños de población estamos cumpliendo esas diferentes metas relacionales que implica, finalmente, un proyecto de posicionamiento.
Cuando una marca, un establecimiento, un servicio social o comercial, un producto o un proyecto buscan instalarse o desarrollarse en un territorio, acompañamos el proceso con estudios que permiten entender el público y el entorno. Con este conocimiento se pueden realizar ajustes para que la iniciativa sea más pertinente. Incluso, en algunos casos se evalúa la posibilidad de no pertinencia. Para realizar estas investigaciones con una mirada sistémica desplegamos metodologías para tener un entendimiento profundo no solo de los usuarios en el territorio, sino de las múltiples condiciones del entorno con las cuales conviviría la iniciativa para la cual se esté trabajando. Las metodologías incluyen procesos cualitativos y cuantitativos, información recolectada desde fuentes secundarias y primarias, así como recursos de visualización cartográfica, multimedial y de análisis para la construcción de hallazgos y orientación de toma de decisiones.
La labor de la segmentación parte del reto que representan las diferencias entre los individuos de un conjunto al que nos dirigimos y al que no podemos atender o para quienes no podemos crear productos o soluciones de manera personalizada.
Ante tal diversidad surge la posiblidad de identificar grupos con características comunes que permitan crear soluciones que se ajusten de una manera más próxima a las necesidades y expectativas de cada uno de ell@s.
Con metodologías cualitativas y cuantitativas, trabajamos en la visualización de formas de agrupación a partir de variables seleccionadas, para crear segmentos y luego soluciones específicas para ellos. Esto deriva en la mejora del relacionamiento de compañías e instituciones con la diversidad de públicos a los cuales se dirige
Con la información cualitativa y cuantitativa con la que contamos en los diversos proyectos buscamos contar historias y encontrar formas múltiples de hacerla comprensible de manera clara, armónica, a veces divertida, de tal manera que facilite el análisis, el entendimiento y la creación. Es una de nuestras actividades preferidas. Para ello hacemos algo que no a todos les parece tan divertido y es que todo lo sistematizamos, bien sea cuali o cuanti, cada componente de la información lo etiquetamos, para que cada dato o reflexión pueda agruparse o desagruparse con otros elementos en modelos gráficos. Así entre sistematización y visualización contribuimos a procesos de conocimiento de proyectos de investigación propios así como de datos de clientes y aliados con los que trabajamos.
Los mapas finalmente son relatos, constituyen una forma de contar algo. En nuestro caso principalmente se usa la palabra mapeo de dos formas: una, para realizar un inventario bien sea de actores, instituciones, circunstancias o referentes que tienen que ver con un proceso en particular; otra para narrar sobre un territorio una situación de interés para un proceso investigativo. Para ambas aplican proyectos de mercado y proyectos de enfoque social o ciudadano. En nuestro recorrido hemos realizado centenares de cartografías y mapeos de diversa índole, lo cual nos ha llevado al conocimiento de múltiples recursos y alternativas tanto para la consecución de la información como para la sistematización y visualización del mapa.
Hemos mapeado turismo comunitario, públicos objetivos de proyectos inmobiliarios, oportunidades de transformación de espacio público, entre otros ejercicios que van desde el territorio micro de la oficina, la casa o el punto de venta, hasta territorios más amplios como una localidad o una agrupación de ciudades donde tienen presencia nuestros aliados.
La vida se comprende desde las relaciones que la componen. Así mismo, un proyecto, un producto, un servicio, puede entenderse desde la clara observación de la relación que entabla con su público y su entorno. Nuestra herramienta y modelo de conceptualización de Geometría Relacional, permite entender el recorrido experiencial de la construcción de una relación de una persona con proyecto, programa, servicio o producto desde cinco estados relacionales: incubación, encuentro, experiencia compartida, iteración y trascendencia. En el mapeo se identifican todas las interacciones y sucesos que componen la relación, así como los elementos conectores y distanciadores de la misma. A través de este modelo se puede visualizar toda la arquitectura relacional así como sus detalles, para proceder a identificar oportunidades de mejora o para crear nuevas formas de vinculación.
Una de las tipologías de entregables y de mapas que realizamos, está orientado a la creación de cartografías de oportunidades, que localizan sobre puntos o áreas de un territorio oportunidades de acción, emprendimiento o creación específicos. Suele ser producto de trabajos investigativos, de sistematización de información disponible o de ejercicios de talleres cartográficos. El entregable suele ser multimedial y georeferencial.